Don Raúl Castaño
Bisabuelo de mi esposa, fue un sancarleño de corazón alegre y espíritu emprendedor, conocido por su carácter servicial. Con dedicación, labró la tierra y sembró café, siendo testigo de los ciclos de la cosecha.
En aquellos días, cuando los granos alcanzaban su punto perfecto de madurez, don Raúl solía contemplar los campos y, con afecto, describía ese tono único diciendo: ‘El café está en color castaño’. Esa frase sencilla, de quien amaba la tierra, resonó años después en nuestros corazones.
Fue así como mi esposa y yo, queriendo honrar su memoria y su legado, decidimos rendirle un homenaje perdurable, darle a nuestro proyecto el apellido que él mismo inspiró con sus palabras Castaño, llevando así con orgullo el nombre de aquel hombre que vio belleza y promesa en el fruto maduro.
